Una ruta que bordea campos de olivos y permite sumergirse en la tradición agrícola de la comarca
La altitud, la orografía y la combinación de dos vientos (la garbinada húmeda que sube por el Valle del Ebro y el cierzo frío y seco del noroeste) han convertido la comarca de la Terra Alta en un microclima ideal para en el cultivo del olivo, principalmente del injerto, una variedad autóctona conocida (y reconocida con una Denominación de Origen) por su elevado contenido graso. La Ruta del Aceite, transcurre por carretera, bordea campos de olivos y permite sumergirse en la tradición agrícola de la comarca. Al tratarse de un recorrido circular se puede iniciar en cualquiera de los pueblos por donde transcurre: Arnes (donde hay un molino del aceite convertido recientemente en punto de información turística), Horta de Sant Joan (donde se puede visitar el monumental olivo El Parot), Bot, Caseres, Batea, Puebla de Massaluca, Ribarroja, Fatarella, Vilalba, Corbera y Gandesa (donde se puede visitar espacio del vino y del aceite). Pinell de Brai (donde sobresale la bodega cooperativa modernista de Cèsar Martinell en cuyo interior se encuentra un antiguo molino) es la última parada antes de pasar por Prat de Comte y cerrar la ruta circular. Recomendamos combinar este recorrido con la visita a alguna almazara de la DOP aceite de Terra Alta